viernes, 19 de junio de 2009

Elegiendo un probiótico

Las ventajas potenciales de culturas probióticas parecen extensas. Los usos se extienden desde ayuda para tratar infecciones intestinales agudas a la ayuda en la digestión de la lactosa y a contribuir, a largo plazo, a la salud mejorada y al riesgo posiblemente reducido de enfermedad.

¿Qué debe ser considerado al elegir un probiótico?

Los microbiólogos concuerdan que no se puede asumir que la investigación publicada sobre una cepa de probiótico se aplica a otra cepa, incluso de la misma especie. Por ejemplo, en lactobacilus Rhamnosus GG, el género es lactobacilo, la especie es rhamnosus y la designación de la cepa es GG.

Otra cepa de L. rhamnosus, por ejemplo cepa GR-1, tiene diversas características probióticas. Por lo tanto, la documentación del tipo de bacterias (género, especie y tensión), de la potencia (número de bacterias viables por dosis), de la pureza (presencia de contaminación o de bacterias ineficaces), y del grado de la investigación que se ha publicado en efectos sobre la salud, se debe proporcionar para cualquier cepa que es utilizada en un suplemento probiótico. El fabricante del producto puede proporcionar esta información.

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