viernes, 18 de julio de 2008

Té negro


El método tradicional de procesar té negro implica cuatro pasos básicos: marchitar, rodar, oxidar y secado (o el encender).

Las hojas de té primero se marchitan en las bandas transportadoras por varias horas hasta que sean bastante blandas para ser rodadas sin agrietarse.

Entonces se ruedan en las máquinas, el balanceo de las hojas les dan su forma futura. El balanceo también contusiona las hojas bastante hasta que se oxidarán. Las hojas rodadas entonces se separan hacia fuera en un lugar fresco.

Las hojas absorben el oxígeno del aire que activa las enzimas para crear los aceites esenciales. Este proceso se llama oxidación o fermentación. Las hojas entonces se encienden en hornos grandes con temperaturas hasta 194 grados Fahrenheit.

Después se cualifican y se embalan.

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