Estos son los microorganismos beneficiosos (conocidos como probioticos) para nuestra salud que más frecuentemente se utilizan en la industria alimentaria:
-Streptococus thermóphilus y Lactobacillus Bulgáricus: son las dos cepas típicas del yogur tradicional. Se asegura que favorecen la absorción de la lactosa y estimulan la actividad biológica de péptidos, aminoácidos libres, minerales, vitaminas y enzimas.
-Lactobacillus acidophilus: es uno de los probióticos más populares. Se emplea para tratar diarreas porque reequilibra la flora intestinal eliminando la flora bacteriana nociva que provoca la descomposición.
-Lactobacillus casei: es uno de los probióticos más activos. Decenas de estudios demuestran sus efectos beneficiosos sobre las defensas del organismo y sobre los niveles de triglicéridos y colesterol sanguíneos.
-Bifidobacterium: son bacterias probióticas que realzan la acción de los microorganismos intestinales beneficiosos. También aumentan las defensas.
lunes, 31 de agosto de 2009
viernes, 28 de agosto de 2009
FLORA INTESTINAL, CLAVE DE LA SALUD
Para algunos expertos la clave de nuestra salud reside en nuestros intestinos. Y es que el intestino no es un simple órgano de absorción. Es el elemento más relevante para la actividad del sistema inmune y los mecanismos de protección. Sus células inmunocompetentes reconocen los agentes patógenos y activan la producción de linfocitos que, a su vez, segregan anticuerpos específicos.
Cuando nacemos el tracto gastrointestinal es estéril pero poco después se instala de forma permanente un complejo conjunto de aproximadamente 400 tipos diferentes de microorganismos que trabajan en armonía para el mantenimiento de la salud. Esa microflora, la flora intestinal, pesa más de un kilo, puede estar compuesta por hasta 100 billones de microorganismos diferentes y tiene una actividad metabólica global similar a la de un hígado.
Una vez que esa microflora se ha instalado puede verse afectada negativamente por factores como el consumo de alimentos refinados pobres en fibra, los tratamientos con antibióticos y el estrés, entre otros. Pero también se le puede ayudar mediante la introducción en nuestra dieta de alimentos prebióticos y suplementos probióticos, alimentos considerados funcionales porque son capaces de modificar la flora intestinal, entre otros efectos saludables. De esta forma, a la vez, se produce un efecto beneficioso sobre el sistema inmune que nos permite prevenir distintas enfermedades, incluido el cáncer.
Cuando nacemos el tracto gastrointestinal es estéril pero poco después se instala de forma permanente un complejo conjunto de aproximadamente 400 tipos diferentes de microorganismos que trabajan en armonía para el mantenimiento de la salud. Esa microflora, la flora intestinal, pesa más de un kilo, puede estar compuesta por hasta 100 billones de microorganismos diferentes y tiene una actividad metabólica global similar a la de un hígado.
Una vez que esa microflora se ha instalado puede verse afectada negativamente por factores como el consumo de alimentos refinados pobres en fibra, los tratamientos con antibióticos y el estrés, entre otros. Pero también se le puede ayudar mediante la introducción en nuestra dieta de alimentos prebióticos y suplementos probióticos, alimentos considerados funcionales porque son capaces de modificar la flora intestinal, entre otros efectos saludables. De esta forma, a la vez, se produce un efecto beneficioso sobre el sistema inmune que nos permite prevenir distintas enfermedades, incluido el cáncer.
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miércoles, 26 de agosto de 2009
Efectos saludables de los probióticos
El Instituto Internacional de Ciencias de la Vida define el probiótico como un ingrediente alimenticio vivo que implica un beneficio para la salud.
Entre los efectos saludables como remedio natural, que se le atribuyen a estos suplementos probióticos se destacan:
-Estimulan el sistema inmune, participan en la erradicación de microorganismos patógenos y estabilizan el ambiente microbiano en la flora intestinal. Se ha comprobado que algunas de estas bacterias acidolácticas son capaces de prevenir infecciones intestinales así como ejercer una acción antitumoral al inhibir agentes químicos carcinogénicos. En esta labor defensiva resulta especialmente efectivo el lactobacilo Casei.
-Elimina la mayoría de los metabolitos desfavorables y las enzimas pro-cancerogénicas en el colon. Por tanto, ayudan a prevenir el cáncer de colon. Además, estudios epidemiológicos han establecido una correlación entre el consumo prolongado de alimentos ricos en probióticos (especialmente, lactobacilo acidophilus y bifidobacteria infantis) y un riesgo menor de desarrollar cáncer de mama.
-Refuerzan la capacidad del organismo para absorber minerales, en especial, calcio, hierro, zinc y magnesio.
-Reducen el colesterol en la sangre pues debilitan su proceso de síntesis.
-Reducen la antigenicidad de los alimentos ingeridos, por lo que pueden ser útiles en casos de alergia u/o intolerancia alimentarias.
-Mejoran la nutrición del huésped. Y lo hacen produciendo y facilitando la disponibilidad de vitaminas del grupo B y rompiendo los compuestos como proteínas y grasas que, posteriormente, pueden ser mejor asimilados por el individuo.
-Favorecen la digestión de la lactosa en casos de mala absorción de la misma. Este efecto se debe a la enzima B-galactosidasa que segregan estos microbios y que es similar a la lactasa de la que carecen las personas intolerantes a este azúcar.
-Producen ácidos que estimulan el peristaltismo intestinal y reducen el tiempo de tránsito de las heces. Así se consigue el alivio del estreñimiento, del síndrome de colon irritable y de las diarreas (incluso las producidas por antibióticos), entre otras dolencias gastrointestinales.
Entre los efectos saludables como remedio natural, que se le atribuyen a estos suplementos probióticos se destacan:
-Estimulan el sistema inmune, participan en la erradicación de microorganismos patógenos y estabilizan el ambiente microbiano en la flora intestinal. Se ha comprobado que algunas de estas bacterias acidolácticas son capaces de prevenir infecciones intestinales así como ejercer una acción antitumoral al inhibir agentes químicos carcinogénicos. En esta labor defensiva resulta especialmente efectivo el lactobacilo Casei.
-Elimina la mayoría de los metabolitos desfavorables y las enzimas pro-cancerogénicas en el colon. Por tanto, ayudan a prevenir el cáncer de colon. Además, estudios epidemiológicos han establecido una correlación entre el consumo prolongado de alimentos ricos en probióticos (especialmente, lactobacilo acidophilus y bifidobacteria infantis) y un riesgo menor de desarrollar cáncer de mama.
-Refuerzan la capacidad del organismo para absorber minerales, en especial, calcio, hierro, zinc y magnesio.
-Reducen el colesterol en la sangre pues debilitan su proceso de síntesis.
-Reducen la antigenicidad de los alimentos ingeridos, por lo que pueden ser útiles en casos de alergia u/o intolerancia alimentarias.
-Mejoran la nutrición del huésped. Y lo hacen produciendo y facilitando la disponibilidad de vitaminas del grupo B y rompiendo los compuestos como proteínas y grasas que, posteriormente, pueden ser mejor asimilados por el individuo.
-Favorecen la digestión de la lactosa en casos de mala absorción de la misma. Este efecto se debe a la enzima B-galactosidasa que segregan estos microbios y que es similar a la lactasa de la que carecen las personas intolerantes a este azúcar.
-Producen ácidos que estimulan el peristaltismo intestinal y reducen el tiempo de tránsito de las heces. Así se consigue el alivio del estreñimiento, del síndrome de colon irritable y de las diarreas (incluso las producidas por antibióticos), entre otras dolencias gastrointestinales.
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lunes, 24 de agosto de 2009
Que son los probioticos
* Los probióticos son bacterias benéficas (algunas veces descritas como "gérmenes amistosos") que ayudan al mantenimiento de la salud del tracto intestinal y a la digestión. También ayudan a mantener bajo control a organismos potencialmente dañinos en los intestinos (bacterias dañinas y levaduras). La mayoría de los probióticos provienen de fuentes alimenticias, especialmente los productos lácteos cultivados, pero tambien se consiguen suplementos probióticos en cápsulas, tabletas, bebidas y polvos.
* Los probióticos no deben confundirse con los prebióticos. Los prebióticos son azúcares complejos (tales como la lactulosa, lactitol, una variedad de fructo-oligosacáridos y la inulina) los cuales son utilizados como combustible por las bacterias saludables para estimular su crecimiento y actividad, a la vez que frenan el crecimiento y actividad de organismos dañinos. Otros alimentos que pueden ayudan a la actividad probiótica son el miso japonés, tempeh, kéfir, leche cruda, kombucha, bananos, ajo y cebolla. Cuando en un producto se combinan los prebióticos y los probióticos, se le denomina un producto simbiótico.
* Se cree que los probióticos actúan colonizando el intestino delgado y desplazando los organismos causantes de enfermedades, por lo cual restauran el equilibro adecuado de la flora intestinal. Los probióticos compiten con los organismos dañinos por los nutrientes y también pueden producir sustancias que inhiben el crecimiento de organismos dañinos en el intestino.
* Se ha encontrado que las bacterias probióticas estimulan el sistema inmunológico del cuerpo. También pueden ayudar a combatir varias enfermedades gastrointestinales tales como la enfermedad inflamatoria del intestino, diarreas relacionadas con antibióticos, Clostridium difficile colitis inducida por toxina, diarrea infecciosa, encefalopatía hepática, síndrome de colon irritable y alergias.
* Se ha encontrado que los probióticos fortalecen la digestión y absorción de proteínas, grasas, calcio y fósforo. También pueden ayudar a superar la intolerancia a la lactosa. Por último, pueden ayudar a restaurar las bacterias saludables después de que una terapia con antibióticos haya alterado la normalidad de la flora gastrointestinal.
jueves, 20 de agosto de 2009
Probióticos para prevenir los catarros
¿Podrían las bacterias, a veces agregadas a los alimentos o como suplementos probioticos, protegernos de los resfriados?
En un estudio en China, niños que tomaron suplementos probióticos con leche dos veces al día durante el invierno y la primavera padecieron menos catarros, necesitaron menos antibióticos y perdieron menos días de clase que otros niños que bebieron solo leche.
Investigaciones previas han demostrado que los probióticos pueden ayudar a la salud, ya que esas bacterias refuerzan la respuesta inmunológica a los invasores. Pero se desconoce si son tan efectivas para prevenir dolencias.
El estudio efectuado en China incluyó a 326 niños, de entre 3 y 5 años, que al azar integraron tres grupos: uno tomó leche con la bacteria Lactobacillus acidophilus, otro recibió el mismo organismo pero con una cepa de otra bacteria, Bifidobacterium animalis y el último sólo bebió leche con un placebo (controles).
Los niños tomaron las fórmulas de prueba dos veces por día, entre noviembre del 2005 y mayo del 2006; la supervisión estuvo a cargo de personal de la escuela durante la semana y de los padres/tutores durante los fines de semana.
A diferencia del grupo tratado con placebo, los niños que ingirieron el Lactobacillus tuvieron un 53 por ciento menos catarros, un 41 por ciento menos tos y un 28 por ciento menos mucosidad.
En cambio, el grupo tratado con suplementos de Lactobacillus/Bifidobacterium tuvo muchos menos síntomas: un 72 por ciento menos fiebres, un 62 por ciento menos de tos y un 59 por ciento menos mucosidad.
Asimismo, cuando los niños tratados con suplementos probióticos tuvieron fiebre, tos o mucosidad, se recuperaron significativamente más rápido que el grupo de control.
Además, la duración de la enfermedad se redujo un 32 por ciento con suplementos de Lactobacillus y un 48 por ciento con la combinación Lactobacillus/Bifidobacterium.
Comparado con el grupo de control, el uso de antibióticos fue un 68 por ciento menor en los participantes tratados con suplementos de Lactobacillus y un 84 por ciento menor en los que tomaron Lactobacillus/Bifidobacterium.
Por último,los niños tratados con suplementos probióticos faltaron a la escuela entre un 28 y un 32 por ciento menos que los controles.
En un estudio en China, niños que tomaron suplementos probióticos con leche dos veces al día durante el invierno y la primavera padecieron menos catarros, necesitaron menos antibióticos y perdieron menos días de clase que otros niños que bebieron solo leche.
Investigaciones previas han demostrado que los probióticos pueden ayudar a la salud, ya que esas bacterias refuerzan la respuesta inmunológica a los invasores. Pero se desconoce si son tan efectivas para prevenir dolencias.
El estudio efectuado en China incluyó a 326 niños, de entre 3 y 5 años, que al azar integraron tres grupos: uno tomó leche con la bacteria Lactobacillus acidophilus, otro recibió el mismo organismo pero con una cepa de otra bacteria, Bifidobacterium animalis y el último sólo bebió leche con un placebo (controles).
Los niños tomaron las fórmulas de prueba dos veces por día, entre noviembre del 2005 y mayo del 2006; la supervisión estuvo a cargo de personal de la escuela durante la semana y de los padres/tutores durante los fines de semana.
A diferencia del grupo tratado con placebo, los niños que ingirieron el Lactobacillus tuvieron un 53 por ciento menos catarros, un 41 por ciento menos tos y un 28 por ciento menos mucosidad.
En cambio, el grupo tratado con suplementos de Lactobacillus/Bifidobacterium tuvo muchos menos síntomas: un 72 por ciento menos fiebres, un 62 por ciento menos de tos y un 59 por ciento menos mucosidad.
Asimismo, cuando los niños tratados con suplementos probióticos tuvieron fiebre, tos o mucosidad, se recuperaron significativamente más rápido que el grupo de control.
Además, la duración de la enfermedad se redujo un 32 por ciento con suplementos de Lactobacillus y un 48 por ciento con la combinación Lactobacillus/Bifidobacterium.
Comparado con el grupo de control, el uso de antibióticos fue un 68 por ciento menor en los participantes tratados con suplementos de Lactobacillus y un 84 por ciento menor en los que tomaron Lactobacillus/Bifidobacterium.
Por último,los niños tratados con suplementos probióticos faltaron a la escuela entre un 28 y un 32 por ciento menos que los controles.
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miércoles, 19 de agosto de 2009
Probioticos y bacterias
El término 'probiotico' se deriva del Griego, significa `para la vida'. Probioticos están definidos actualmente como los microorganismos vivos `que, cuando son consumidos en cantidades adecuadas, confieren una ventaja contra las enfermedades al anfitrion'. Las descripciones comunes para los probioticos incluyen bacterias beneficiosas, o bacterias saludables.
Las bacterias probióticas son generalmente, aunque no exclusivamente, bacterias del ácido láctico e incluyen Lactobacillus acidophilus, L. casei, L. bulgaricus, L. plantarum, L. salivarius, L. rhamnosus, L. reuteri, Bifidobacterium bifidum, B. longum, B. infantis y S. thermophilus. Las bacterias probióticas se utilizan en la producción de yogur, varios productos lácteos fermentados y de suplementos dietéticos.
LACTOBACILOS Y BIFIDOBACTERIA
Los lactobacilos y Bifidobacteria son las bacterias generadores de ácido láctico grampositivas que constituyen la mayor parte de la microflora intestinal normal en animales y seres humanos. Estas bacterias amistosas desempeñan un papel dominante en el aumento de resistencia a la colonización por los organismos exógenos, potencialmente patógenos.
Lactobacilos: Los lactobacilos son bacterias grampositivos, no-espora, formando barras o cocobacilos. Tienen requisitos alimenticios complejos y son estrictamente fermentantes, aerotolerante o anaerobicos, acidúricos o acidófilos. Los lactobacilos se encuentran en una variedad de habitats en donde los substratos con carbohidrato están disponibles, por ejemplo, las membranas de la mucosa humanas y animales, en las plantas o el material de origen de plantas, aguas residuales y de la fermentación o de estropear el alimento.
Bifidobacteria: Los Bifidobacterias constituye la mayor parte de la microflora intestinal normal en seres humanos a través de la vida. Aparecen en la excreta algunos días después del nacimiento y aumentan en gran número después de eso. El número de bifidobacteria en el colon de adultos es 1010 - 1011 CFU/gramo, pero este número disminuye con la edad. Diferencias demográficas tambien afectan el número y la especie de bifidobacteria. Bifidobacteria es barras grampositivas, con aspecto diverso. La mayoría de las cepas son exclusivamente anaerobicas. B. longum se puede considerar como la especie más común de bifidobacteria, siendo encontrado ambos en heces infantiles y adultas. Esta especie esta estrechamente vinculada a B. infantis, que lleva a menudo a problemas de identificación.
Las bacterias probióticas son generalmente, aunque no exclusivamente, bacterias del ácido láctico e incluyen Lactobacillus acidophilus, L. casei, L. bulgaricus, L. plantarum, L. salivarius, L. rhamnosus, L. reuteri, Bifidobacterium bifidum, B. longum, B. infantis y S. thermophilus. Las bacterias probióticas se utilizan en la producción de yogur, varios productos lácteos fermentados y de suplementos dietéticos.
LACTOBACILOS Y BIFIDOBACTERIA
Los lactobacilos y Bifidobacteria son las bacterias generadores de ácido láctico grampositivas que constituyen la mayor parte de la microflora intestinal normal en animales y seres humanos. Estas bacterias amistosas desempeñan un papel dominante en el aumento de resistencia a la colonización por los organismos exógenos, potencialmente patógenos.
Lactobacilos: Los lactobacilos son bacterias grampositivos, no-espora, formando barras o cocobacilos. Tienen requisitos alimenticios complejos y son estrictamente fermentantes, aerotolerante o anaerobicos, acidúricos o acidófilos. Los lactobacilos se encuentran en una variedad de habitats en donde los substratos con carbohidrato están disponibles, por ejemplo, las membranas de la mucosa humanas y animales, en las plantas o el material de origen de plantas, aguas residuales y de la fermentación o de estropear el alimento.
Bifidobacteria: Los Bifidobacterias constituye la mayor parte de la microflora intestinal normal en seres humanos a través de la vida. Aparecen en la excreta algunos días después del nacimiento y aumentan en gran número después de eso. El número de bifidobacteria en el colon de adultos es 1010 - 1011 CFU/gramo, pero este número disminuye con la edad. Diferencias demográficas tambien afectan el número y la especie de bifidobacteria. Bifidobacteria es barras grampositivas, con aspecto diverso. La mayoría de las cepas son exclusivamente anaerobicas. B. longum se puede considerar como la especie más común de bifidobacteria, siendo encontrado ambos en heces infantiles y adultas. Esta especie esta estrechamente vinculada a B. infantis, que lleva a menudo a problemas de identificación.
lunes, 17 de agosto de 2009
Alimentos y suplementos probióticos
Su tracto digestivo hospeda a unos 400 tipos diferentes de microorganismos. Algunos de ellos, como la bacteria Lactobacillus acidophillus, por ejemplo, son buenos para usted pues le ayudan a digerir los alimentos y así beneficiarse de sus nutrientes. Otros, como la Escherichia coli y Salmonella son patógenos porque causan toxicidad y diarrea.
En una persona sana, las bacterias benignas (probióticos) actúan como una escuadrilla de policía --- evitan que las colonias de bacterias patógenas prosperen e invadan la zona. Ingerir alimentos y suplementos probióticos es una manera segura y simple de introducir bacterias benignas en su sistema digestivo.
Estas bacterias se multiplican en el tracto gastrointestinal y compiten con los gérmenes patógenos forzándolos fuera de su sistema. El yogurt con cultivos activos (vivos) y alimentos fermentados como el sauerkraut son probióticos. Éstos también se encuentran en forma de suplementos probioticos en cápsulas, píldoras o polvos.
Mire lo que pueden hacer por usted:
Aliviar la diarrea asociada a antibióticos o infecciones por levaduras. Los antibióticos destruyen bacterias benéficas junto con las que causan enfermedades, lo cual permite a los patógenos prosperar. Algunas de estas bacterias producen una toxina que causa diarrea. Consumir suplementos probióticos mientras está bajo terapia con antibióticos puede mantener su sistema balanceado. También normaliza la función intestinal en mujeres con síndrome de colon irritable.
Estimular la inmunidad. Cuando una persona toma un suplemento que contiene una cepa de Lactobacillus rhamnosus dos veces al día por seis semanas, su función inmunológica casi se duplica, de acuerdo aun estudio conducido por investigadores de las universidades de Taiwán y Nueva Zelanda.
Prevenir la caries. Bacterias que moran en la cavidad oral llamadas Streptococcus mutants se adhieren a la placa y producen ácido láctico, causante de caries. Las especie Lactobacillus y Bifidobacterium presentes en suplementos probióticos pueden contrarrestar a S. mutants y ayudar a prevenir las caries.
Reducir los días de enfermedad. En un estudio sueco, se dividieron 262 empleados sanos en dos grupos, uno bebió una dosis diaria de Lactobacillus reuteri por 80 días y el otro recibió placebo. Quienes bebieron el probiótico tomaron la mitad del número de días de enfermedad que aquellos en el grupo placebo.
¿Otro beneficio de los probióticos? No hay efectos adversos directamente asociados a ellos. Ingiera una porción diaria de yogurt con cultivos activos o beba una botella que contenga especies de Lactobacillus a niveles diez veces más altos que el yogurt regular. Si no le gustan los lácteos pruebe las cápsulas probióticas.
viernes, 14 de agosto de 2009
Usos y beneficios de los probióticos
Se han sometido a prueba los siguientes usos en humanos o animales. La seguridad y eficacia de los mismos no siempre se han demostrado. Algunas de estas afecciones son potencialmente serias y las debe evaluar un proveedor médico calificado.
Antibióticos (los probióticos reducen efectos adversos relacionados con uso de antibióticos)
Un creciente número de estudios apoya el uso de probióticos como suplemento para la terapia con antibióticos. La suplementación con probióticos durante un tratamiento de antibióticos puede reducir los efectos adversos de los antibióticos sobre el medio intestinal. Esto incluye la reducción del crecimiento de la bacteria Clostridium difficile, la cual puede conllevar a la colitis, una complicación común relacionada con los antibióticos, especialmente en las personas mayores. Algunos probióticos también ayudan a prevenir que se desarrolle resistencia a los antibióticos. Se ha establecido que en niños con enfermedades agudas los simbióticos conllevan a una mayor ganancia de peso y a menos enfermedades bacteriales después de terminar el tratamiento con antibióticos. La evidencia es consistente en apoyar la suplementación con probióticos.
Infección por Helicobacter pylori
Los antibióticos son el tratamiento más utilizado para erradicar la Helicobacter pylori, que es la causa de la mayoría de las úlceras estomacales. Los efectos secundarios más comunes son inflamación del abdomen, diarrea y trastornos del gusto. Los probióticos reducen estos efectos secundarios y generalmente ayudan a que las personas toleren el tratamiento. También pueden reducir los niveles de H. pylori tanto en niños como en adultos. El yogurt con probióticos suprime la infección por H. pylori y puede llevar a una erradicación más completa de ésta durante el tratamiento con antibióticos.
Dermatitis atópica (eczema)
Los probióticos parecen ser promisorios en la reducción o prevención del síndrome de eczema atópico/dermatitis en niños. Los bebés se benefician cuando sus madres ingieren probióticos durante el embarazo y la lactancia. La suplementación directa en niños puede reducir la incidencia del eczema atópico hasta en la mitad. También puede reducir las alergias a la leche de vaca y otras reacciones alérgicas que aparecen cuando se suspende el amamantamiento. Los probióticos pueden estabilizar la función de barrera intestinal y disminuir los síntomas gastrointestinales en niños con dermatitis atópica. No obstante, la respuesta de los niños ante probióticos específicos difiere. La efectividad de los probióticos en el tratamiento de eczemas aún está bajo investigación.
Cirrosis
La cirrosis del hígado puede estar acompañada de un desbalance de la flora bacterial intestinal. La suplementación probiótica en pacientes con cirrosis ha demostrado reducir el nivel de acidez fecal (pH) y el de amoníaco fecal y sanguíneo, los cuales son cambios benéficos.
Cáncer de colon
Existe evidencia reciente de que la suplementación con Lactobacillus casei puede ayudar en la reducción de la recurrencia de tumores colorrectales en pacientes que han sido sometidos previamente a cirugía para el cáncer de colon.
Caries dentales
El consumo de queso que contiene probióticos puede ser benéfico para las caries dentales, en el corto plazo. También existe evidencia de que cuando se añaden probióticos Lactobacillus rhamnosus GG a la leche, pueden ayudar a reducir las caries dentales en niños pequeños.
Diarrea en niños (nosocomial)
El Lactobacillus GG puede reducir el riesgo de diarrea nosocomial (originada en ambientes hospitalarios) en niños, particularmente en los casos de gastroenteritis por rotavirus.
Prevención de la diarrea
Existe un apoyo tentativo al uso de probióticos en la prevención de la diarrea en adultos y niños. La suplementación puede beneficiar a hombres que sean VIH positivo; la suplementación con yogurt que contenga el Lactobacillus casei puede ayudar a reducir la incidencia en adultos jóvenes y saludables. Los niños se pueden beneficiar del Bifidobacterium lactis (cepa Bb 12) añadido a su leche de fórmula.
Crecimiento
Existe evidencia de que los niños jóvenes (edades de 6-36 meses) que reciben leche de fórmula suplementada con bifidobacterias Bb12 pueden lograr un crecimiento más rápido que cuando no tienen suplementación.
Fortalecimiento de la inmunidad
Las investigaciones indican que los probióticos, especialmente aquellos en la leche y los alimentos pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunológico. No obstante, el yogurt de fabricación comercial puede no ser tan efectivo. Se requieren estudios adicionales para ofrecer recomendaciones, especialmente en relación al yogurt.
Infecciones (gastrointestinales/respiratorias)
Existe evidencia limitada que indica que la suplementación con Lactobacillus GG a niños que asisten a guarderías puede ayudar a disminuir el número de días que pasan enfermos, así como la frecuencia de infecciones del tracto respiratorio y de los tratamientos con antibióticos para los mismos.La leche fermentada (con cultivos de yogurt y L. casei DN-114001) puede reducir la duración de las infecciones durante el invierno (gastrointestinales y respiratorias), así como la temperatura corporal promedio en personas mayores.
Diarrea infecciosa
Los probióticos pueden reducir la duración de los síntomas de diarrea infecciosa en adultos y niños, de 17 a 30 horas. Las formas efectivas son la cepa Lactobacillus GG, Lactobacillus reuteri, combinación de Lactobacillus rhamnosus y Lactobacillus reuteri, la combinación de Lactobacillus acidophilus y Lactobacillus bifidus. Se necesitan estudios adicionales para evaluar los tipos, dosis, duración del tratamiento y la relación que tienen con patógenos específicos.
Síndrome de colon irritable
Muchas clases de probióticos han demostrado una reducción moderada de los síntomas del síndrome de colon irritable, tales como dolor, flatulencias, inflamación abdominal y frecuencia de deposición. Existe alguna evidencia de que los probióticos pueden reducir las inflamaciones y mejorar la calidad de vida. No obstante, no todos los estudios demuestran efectos benéficos.
Pancreatitis (aguda)
La suplementación con Lactobacillus plantarum 299 puede ayudar en la prevención de la infección pancreática (sepsis), reducir el número de operaciones que se necesitan, así como la duración de la estadía en el hospital para tratamiento de la pancreatitis aguda.
Colitis/diarrea inducida por radiación
Los probióticos pueden ayudar al tratamiento o la prevención de la diarrea inducida por radiación en pacientes con cáncer.
Sinusitis (hipertrófica)
El uso de la bacteria probiótica Enterococcus faecalis en la sinusitis hipertrófica (inflamación de los senos nasales) puede reducir la frecuencia de reincidencias y la necesidad de terapia con antibióticos.
Colitis ulcerosa
Aparentemente el E. coli Nissle 1917 es tan efectivo como la droga mesalazina, aunque no está disponible actualmente en los Estados Unidos. Se ha demostrado que una variedad de preparados con Bifidophilus han sido efectivos en la prevención de la reincidencia o en el mantenimiento de la enfermedad en remisión. Dentro de estos se incluyen los Bifidophilus solos, los bifidophilus en productos con leche fermentada y una preparación simbiótica. Una combinación de probióticos que consiste en VSL#3 y balsalazida puede ser más efectiva que la balsalazida o la mesalazina solas. Se necesitan estudios adicionales para determinar de manera clara los resultados que pueden esperarse.
Alergias
La evidencia preliminar es promisoria en indicar que los probióticos pueden ayudar al tratamiento de afecciones alérgicas, especialmente las relacionadas con la piel de los infantes. Muchos estudios han probado los probióticos en niños, adolescentes y jóvenes adultos. Alguna evidencia indica que los probióticos pueden ayudar a disminuir la inflamación causada por alergias. No obstante, los resultados de los estudios son mixtos en relación a las alergias por inhalación, tales como la rinitis alérgica (inflamación y descarga nasal).
Estreñimiento
El uso de probióticos para el estreñimiento arroja resultados mixtos. Algunos estudios indican que pueden ayudar a reducir los síntomas en pacientes que padecen de estreñimiento de largo plazo. No obstante, otro estudio no demostró su efectividad en niños jóvenes. Se requieren más estudios para determinar qué formas de probióticos y vías de administración podrían ser efectivas contra el estreñimiento.
Intolerancia a la lactosa
La suplementación de las leches de fórmula para niños con probióticos es una propuesta potencial para el manejo de las alergias a la leche de vaca, aunque la evidencia es conflictiva en determinar si mejora la digestión de la lactosa. Se requiere investigación adicional en esta área antes de que se pueda llegar a una conclusión.
Candidiasis bucal
Evidencia preliminar indica que los quesos que contienen probióticos pueden ayudar a reducir el riesgo de infecciones bucales fúngicas (conocidas como candidiasis bucal) en personas ancianas. Se requiere investigación adicional en esta área.
Infección del tracto urinario
Estudios de preparados de Lactobacillus han arrojado resultados mixtos. La evidencia indica que una combinación de Lactobacillus rhamnosus GR-1 y L. fermentum RC-14 puede reducir las bacterias vaginales y la levadura potencialmente dañinas en mujeres saludables. Otros estudios no han encontrado beneficios en mujeres o infantes pretérmino. Se requieren estudios adicionales para determinar la efectividad de los probióticos contra las infecciones urinarias y del tracto urogenital.
Antibióticos (los probióticos reducen efectos adversos relacionados con uso de antibióticos)
Un creciente número de estudios apoya el uso de probióticos como suplemento para la terapia con antibióticos. La suplementación con probióticos durante un tratamiento de antibióticos puede reducir los efectos adversos de los antibióticos sobre el medio intestinal. Esto incluye la reducción del crecimiento de la bacteria Clostridium difficile, la cual puede conllevar a la colitis, una complicación común relacionada con los antibióticos, especialmente en las personas mayores. Algunos probióticos también ayudan a prevenir que se desarrolle resistencia a los antibióticos. Se ha establecido que en niños con enfermedades agudas los simbióticos conllevan a una mayor ganancia de peso y a menos enfermedades bacteriales después de terminar el tratamiento con antibióticos. La evidencia es consistente en apoyar la suplementación con probióticos.
Infección por Helicobacter pylori
Los antibióticos son el tratamiento más utilizado para erradicar la Helicobacter pylori, que es la causa de la mayoría de las úlceras estomacales. Los efectos secundarios más comunes son inflamación del abdomen, diarrea y trastornos del gusto. Los probióticos reducen estos efectos secundarios y generalmente ayudan a que las personas toleren el tratamiento. También pueden reducir los niveles de H. pylori tanto en niños como en adultos. El yogurt con probióticos suprime la infección por H. pylori y puede llevar a una erradicación más completa de ésta durante el tratamiento con antibióticos.
Dermatitis atópica (eczema)
Los probióticos parecen ser promisorios en la reducción o prevención del síndrome de eczema atópico/dermatitis en niños. Los bebés se benefician cuando sus madres ingieren probióticos durante el embarazo y la lactancia. La suplementación directa en niños puede reducir la incidencia del eczema atópico hasta en la mitad. También puede reducir las alergias a la leche de vaca y otras reacciones alérgicas que aparecen cuando se suspende el amamantamiento. Los probióticos pueden estabilizar la función de barrera intestinal y disminuir los síntomas gastrointestinales en niños con dermatitis atópica. No obstante, la respuesta de los niños ante probióticos específicos difiere. La efectividad de los probióticos en el tratamiento de eczemas aún está bajo investigación.
Cirrosis
La cirrosis del hígado puede estar acompañada de un desbalance de la flora bacterial intestinal. La suplementación probiótica en pacientes con cirrosis ha demostrado reducir el nivel de acidez fecal (pH) y el de amoníaco fecal y sanguíneo, los cuales son cambios benéficos.
Cáncer de colon
Existe evidencia reciente de que la suplementación con Lactobacillus casei puede ayudar en la reducción de la recurrencia de tumores colorrectales en pacientes que han sido sometidos previamente a cirugía para el cáncer de colon.
Caries dentales
El consumo de queso que contiene probióticos puede ser benéfico para las caries dentales, en el corto plazo. También existe evidencia de que cuando se añaden probióticos Lactobacillus rhamnosus GG a la leche, pueden ayudar a reducir las caries dentales en niños pequeños.
Diarrea en niños (nosocomial)
El Lactobacillus GG puede reducir el riesgo de diarrea nosocomial (originada en ambientes hospitalarios) en niños, particularmente en los casos de gastroenteritis por rotavirus.
Prevención de la diarrea
Existe un apoyo tentativo al uso de probióticos en la prevención de la diarrea en adultos y niños. La suplementación puede beneficiar a hombres que sean VIH positivo; la suplementación con yogurt que contenga el Lactobacillus casei puede ayudar a reducir la incidencia en adultos jóvenes y saludables. Los niños se pueden beneficiar del Bifidobacterium lactis (cepa Bb 12) añadido a su leche de fórmula.
Crecimiento
Existe evidencia de que los niños jóvenes (edades de 6-36 meses) que reciben leche de fórmula suplementada con bifidobacterias Bb12 pueden lograr un crecimiento más rápido que cuando no tienen suplementación.
Fortalecimiento de la inmunidad
Las investigaciones indican que los probióticos, especialmente aquellos en la leche y los alimentos pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunológico. No obstante, el yogurt de fabricación comercial puede no ser tan efectivo. Se requieren estudios adicionales para ofrecer recomendaciones, especialmente en relación al yogurt.
Infecciones (gastrointestinales/respiratorias)
Existe evidencia limitada que indica que la suplementación con Lactobacillus GG a niños que asisten a guarderías puede ayudar a disminuir el número de días que pasan enfermos, así como la frecuencia de infecciones del tracto respiratorio y de los tratamientos con antibióticos para los mismos.La leche fermentada (con cultivos de yogurt y L. casei DN-114001) puede reducir la duración de las infecciones durante el invierno (gastrointestinales y respiratorias), así como la temperatura corporal promedio en personas mayores.
Diarrea infecciosa
Los probióticos pueden reducir la duración de los síntomas de diarrea infecciosa en adultos y niños, de 17 a 30 horas. Las formas efectivas son la cepa Lactobacillus GG, Lactobacillus reuteri, combinación de Lactobacillus rhamnosus y Lactobacillus reuteri, la combinación de Lactobacillus acidophilus y Lactobacillus bifidus. Se necesitan estudios adicionales para evaluar los tipos, dosis, duración del tratamiento y la relación que tienen con patógenos específicos.
Síndrome de colon irritable
Muchas clases de probióticos han demostrado una reducción moderada de los síntomas del síndrome de colon irritable, tales como dolor, flatulencias, inflamación abdominal y frecuencia de deposición. Existe alguna evidencia de que los probióticos pueden reducir las inflamaciones y mejorar la calidad de vida. No obstante, no todos los estudios demuestran efectos benéficos.
Pancreatitis (aguda)
La suplementación con Lactobacillus plantarum 299 puede ayudar en la prevención de la infección pancreática (sepsis), reducir el número de operaciones que se necesitan, así como la duración de la estadía en el hospital para tratamiento de la pancreatitis aguda.
Colitis/diarrea inducida por radiación
Los probióticos pueden ayudar al tratamiento o la prevención de la diarrea inducida por radiación en pacientes con cáncer.
Sinusitis (hipertrófica)
El uso de la bacteria probiótica Enterococcus faecalis en la sinusitis hipertrófica (inflamación de los senos nasales) puede reducir la frecuencia de reincidencias y la necesidad de terapia con antibióticos.
Colitis ulcerosa
Aparentemente el E. coli Nissle 1917 es tan efectivo como la droga mesalazina, aunque no está disponible actualmente en los Estados Unidos. Se ha demostrado que una variedad de preparados con Bifidophilus han sido efectivos en la prevención de la reincidencia o en el mantenimiento de la enfermedad en remisión. Dentro de estos se incluyen los Bifidophilus solos, los bifidophilus en productos con leche fermentada y una preparación simbiótica. Una combinación de probióticos que consiste en VSL#3 y balsalazida puede ser más efectiva que la balsalazida o la mesalazina solas. Se necesitan estudios adicionales para determinar de manera clara los resultados que pueden esperarse.
Alergias
La evidencia preliminar es promisoria en indicar que los probióticos pueden ayudar al tratamiento de afecciones alérgicas, especialmente las relacionadas con la piel de los infantes. Muchos estudios han probado los probióticos en niños, adolescentes y jóvenes adultos. Alguna evidencia indica que los probióticos pueden ayudar a disminuir la inflamación causada por alergias. No obstante, los resultados de los estudios son mixtos en relación a las alergias por inhalación, tales como la rinitis alérgica (inflamación y descarga nasal).
Estreñimiento
El uso de probióticos para el estreñimiento arroja resultados mixtos. Algunos estudios indican que pueden ayudar a reducir los síntomas en pacientes que padecen de estreñimiento de largo plazo. No obstante, otro estudio no demostró su efectividad en niños jóvenes. Se requieren más estudios para determinar qué formas de probióticos y vías de administración podrían ser efectivas contra el estreñimiento.
Intolerancia a la lactosa
La suplementación de las leches de fórmula para niños con probióticos es una propuesta potencial para el manejo de las alergias a la leche de vaca, aunque la evidencia es conflictiva en determinar si mejora la digestión de la lactosa. Se requiere investigación adicional en esta área antes de que se pueda llegar a una conclusión.
Candidiasis bucal
Evidencia preliminar indica que los quesos que contienen probióticos pueden ayudar a reducir el riesgo de infecciones bucales fúngicas (conocidas como candidiasis bucal) en personas ancianas. Se requiere investigación adicional en esta área.
Infección del tracto urinario
Estudios de preparados de Lactobacillus han arrojado resultados mixtos. La evidencia indica que una combinación de Lactobacillus rhamnosus GR-1 y L. fermentum RC-14 puede reducir las bacterias vaginales y la levadura potencialmente dañinas en mujeres saludables. Otros estudios no han encontrado beneficios en mujeres o infantes pretérmino. Se requieren estudios adicionales para determinar la efectividad de los probióticos contra las infecciones urinarias y del tracto urogenital.
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miércoles, 12 de agosto de 2009
El rol de Probioticos en la salud
Por siglos, el folklore sugirió que los productos lácteos fermentados que contienen culturas activas vivas son saludables. La investigación científica controlada reciente apoya estas opiniónes tradicionales, sugiriendo que los probioticos son una parte valiosa de una dieta sana. Además, la aparición de algunos nuevos riesgos para la salud sugiere un papel importante de los probioticos en la mitigación de la enfermedad. Por ejemplo, la capacidad de bacterias probióticas de apoyar el sistema inmune podía ser importante para los ancianos u otra gente con la función inmune comprometida. Es importante que los individuos comprometidos inmunes preguntan a su doctor antes de tomar cualquier suplemento dietético, incluyendo probioticos.
Las infecciones son otra área con el potencial para los probioticos. Algunas infecciones, una vez fácilmente tratables con antibióticos, ahora se reconocen como amenazas más serias de la salud. La vaginosis bacteriana era considerado apenas una molestia. Ahora sabemos que está asociado a niños bajos de peso en el nacimiento y a riesgo creciente de enfermedades. Los nuevos patógenos producidos por los alimentos han emergido como frecuentes y peligroso para la vida, incluyendo Escherichia Coli. Las resistencias a antibióticos múltiples son una amenaza continua en la batalla contra infecciones que una vez fueron tratables. Y en naciones no-industrializadas, las infecciones tales como rotavirus demandan las vidas de centenares de millares de niños anualmente. La prevención de infecciones antes de que ocurran es claramente la mejor alternativa. Ciertos probioticos pueden ser un acercamiento seguro, que agrega una barrera adicional contra la infección microbiana.
Las infecciones son otra área con el potencial para los probioticos. Algunas infecciones, una vez fácilmente tratables con antibióticos, ahora se reconocen como amenazas más serias de la salud. La vaginosis bacteriana era considerado apenas una molestia. Ahora sabemos que está asociado a niños bajos de peso en el nacimiento y a riesgo creciente de enfermedades. Los nuevos patógenos producidos por los alimentos han emergido como frecuentes y peligroso para la vida, incluyendo Escherichia Coli. Las resistencias a antibióticos múltiples son una amenaza continua en la batalla contra infecciones que una vez fueron tratables. Y en naciones no-industrializadas, las infecciones tales como rotavirus demandan las vidas de centenares de millares de niños anualmente. La prevención de infecciones antes de que ocurran es claramente la mejor alternativa. Ciertos probioticos pueden ser un acercamiento seguro, que agrega una barrera adicional contra la infección microbiana.
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lunes, 10 de agosto de 2009
Alimentos y suplementos probióticos
Nuestro tracto digestivo hospeda a unos 400 tipos diferentes de microorganismos. Algunos de ellos, como la bacteria Lactobacillus acidophillus, por ejemplo, son buenos para usted pues le ayudan a digerir los alimentos y así beneficiarse de sus nutrientes. Otros, como la Escherichia coli y Salmonella son patógenos porque causan toxicidad y diarrea.
En una persona sana, las bacterias benignas (probióticos) actúan como una escuadrilla de policía --- evitan que las colonias de bacterias patógenas prosperen e invadan la zona. Ingerir alimentos y suplementos probióticos es una manera segura y simple de introducir bacterias benignas en su sistema digestivo.
Estas bacterias se multiplican en el tracto gastrointestinal y compiten con los gérmenes patógenos forzándolos fuera de su sistema. El yogurt con cultivos activos (vivos) y alimentos fermentados como el sauerkraut son probióticos. Éstos también se encuentran en forma de suplementos en cápsulas, píldoras o polvos.
Mire lo que pueden hacer por usted:
Aliviar la diarrea asociada a antibióticos o infecciones por levaduras. Los antibióticos destruyen bacterias benéficas junto con las que causan enfermedades, lo cual permite a los patógenos prosperar. Algunas de estas bacterias producen una toxina que causa diarrea. Consumir suplementos probióticos mientras está bajo terapia con antibióticos puede mantener su sistema balanceado. También normaliza la función intestinal en mujeres con síndrome de colon irritable.
Estimular la inmunidad. Cuando una persona toma un suplemento que contiene una cepa de Lactobacillus rhamnosus dos veces al día por seis semanas, su función inmunológica casi se duplica, de acuerdo aun estudio conducido por investigadores de las universidades de Taiwán y Nueva Zelanda.
Prevenir la caries. Bacterias que moran en la cavidad oral llamadas Streptococcus mutants se adhieren a la placa y producen ácido láctico, causante de caries. Las especie Lactobacillus y Bifidobacterium presentes en suplementos probióticos pueden contrarrestar a S. mutants y ayudar a prevenir las caries.
Reducir los días de enfermedad. En un estudio sueco, se dividieron 262 empleados sanos en dos grupos, uno bebió una dosis diaria de Lactobacillus reuteri por 80 días y el otro recibió placebo. Quienes bebieron el probiótico tomaron la mitad del número de días de enfermedad que aquellos en el grupo placebo.
¿Otro beneficio de los probióticos? No hay efectos adversos directamente asociados a ellos. Ingiera una porción diaria de yogurt con cultivos activos o beba una botella que contenga especies de Lactobacillus a niveles diez veces más altos que el yogurt regular. Si no le gustan los lácteos pruebe las cápsulas probióticas.
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jueves, 6 de agosto de 2009
Papel de los probióticos en la salud
¿Qué son los probióticos?
Probióticos son aquellos microorganismos vivos (bacterias, hongos etc.) que administrados en una cantidad y forma adecuadas confieren un beneficio a la salud del individuo. Las especies más utilizadas son:
* Lactobacillus
* Bifidobacterium
* la levadura Saccharomyces boulard
* algunas especies de Escherichia coli y bacilli.
Los probióticos pueden incorporarse a una amplia cantidad de productos, tanto en alimentos como en medicamentos y suplementos. Las formas más comunes para la administración de probióticos son los productos lácteos y los alimentos con probióticos añadidos, pero también hay en el mercado comprimidos, cápsulas y sobres.
¿Cómo actuan los probióticos?
El sistema de defensa del organismo contra las sustancias extrañas se conoce como sistema inmune. Más de dos terceras partes del sistema inmune de nuestro cuerpo se encuentra en el intestino. De hecho, el tubo digestivo (estómago, intestino delgado y grueso) está en contacto con el exterior a través de una extensa superficie.
La flora bacteriana intestinal está formada por millones de bacterias que proliferan en el interior del intestino grueso y fermentan diferentes alimentos produciendo sustancias beneficiosas para la salud. Estas bacterias intervienen en el desarrollo normal del sistema inmune y en la regulación de la respuesta del organismo ante los patógenos (microorganismos perjudiciales para la salud).
La flora intestinal participa en diversos procesos fisiológicos como la digestión y movimientos del tubo digestivo así como en la producción de algunas vitaminas.
Los probióticos actúan a nivel del tubo digestivo estabilizando la composición de la flora bacteriana e incrementando la resistencia del cuerpo frente a los patógenos, mejorando y activando las defensas. Los probióticos producen sustancias que ayudan a combatir algunas bacterias potencialmente patógenas, producen vitaminas y enzimas digestivos.
Recomendaciones generales en el uso de probióticos
Los probióticos producen efectos beneficiosos sobre la salud, pero estos efectos sólo se pueden atribuir a los probióticos específicos estudiados para una indicación concreta. Por lo tanto, no todos los probióticos se pueden administrar para la misma situación, ni todos los probióticos en todas las situaciones.
Se deben utilizar las dosis de probióticos que nos recomiendan, a dosis más bajas o más elevadas puede ser que no sean efectivos, o podrían ser nocivos.
Pacientes gravemente inmunodeprimidos, es decir con el sistema de defensa propio del organismo comprometido, no deben tomar probióticos sin la recomendación de un médico, ya que en estas circunstancias el probiótico podría llegar a comportarse como un agente patógeno.
Probióticos son aquellos microorganismos vivos (bacterias, hongos etc.) que administrados en una cantidad y forma adecuadas confieren un beneficio a la salud del individuo. Las especies más utilizadas son:
* Lactobacillus
* Bifidobacterium
* la levadura Saccharomyces boulard
* algunas especies de Escherichia coli y bacilli.
Los probióticos pueden incorporarse a una amplia cantidad de productos, tanto en alimentos como en medicamentos y suplementos. Las formas más comunes para la administración de probióticos son los productos lácteos y los alimentos con probióticos añadidos, pero también hay en el mercado comprimidos, cápsulas y sobres.
¿Cómo actuan los probióticos?
El sistema de defensa del organismo contra las sustancias extrañas se conoce como sistema inmune. Más de dos terceras partes del sistema inmune de nuestro cuerpo se encuentra en el intestino. De hecho, el tubo digestivo (estómago, intestino delgado y grueso) está en contacto con el exterior a través de una extensa superficie.
La flora bacteriana intestinal está formada por millones de bacterias que proliferan en el interior del intestino grueso y fermentan diferentes alimentos produciendo sustancias beneficiosas para la salud. Estas bacterias intervienen en el desarrollo normal del sistema inmune y en la regulación de la respuesta del organismo ante los patógenos (microorganismos perjudiciales para la salud).
La flora intestinal participa en diversos procesos fisiológicos como la digestión y movimientos del tubo digestivo así como en la producción de algunas vitaminas.
Los probióticos actúan a nivel del tubo digestivo estabilizando la composición de la flora bacteriana e incrementando la resistencia del cuerpo frente a los patógenos, mejorando y activando las defensas. Los probióticos producen sustancias que ayudan a combatir algunas bacterias potencialmente patógenas, producen vitaminas y enzimas digestivos.
Recomendaciones generales en el uso de probióticos
Los probióticos producen efectos beneficiosos sobre la salud, pero estos efectos sólo se pueden atribuir a los probióticos específicos estudiados para una indicación concreta. Por lo tanto, no todos los probióticos se pueden administrar para la misma situación, ni todos los probióticos en todas las situaciones.
Se deben utilizar las dosis de probióticos que nos recomiendan, a dosis más bajas o más elevadas puede ser que no sean efectivos, o podrían ser nocivos.
Pacientes gravemente inmunodeprimidos, es decir con el sistema de defensa propio del organismo comprometido, no deben tomar probióticos sin la recomendación de un médico, ya que en estas circunstancias el probiótico podría llegar a comportarse como un agente patógeno.
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miércoles, 5 de agosto de 2009
MICROFLORA INTESTINAL EN EL NIÑO RECIÉN NACIDO
Los fetos son esteriles en la matriz, pero con el proceso de nacimiento, los niños se exponen a los microbios que se originan de la madre y del ambiente circundante incluyendo la leche materna o la fórmula. El niño tiende a adquirir la flora tragada del líquido vaginal a la hora del parto. Porque la flora vaginal y la flora intestinal son similares, la flora de un infante puede representar la flora intestinal de la madre.
Otro factor que afecta a la flora intestinal del recién nacido es el modo del parto. Un parto vaginal normal transfiere comúnmente las bacterias de la madre al niño. Durante partos cesarianos, esta transferencia es totalmente ausente. Estos niños adquieren y se colonizan comúnmente con la flora del ambiente del hospital y por lo tanto, su flora pueden diferenciarse de la flora maternal. Colonizan a los niños entregados por sección cesariana con bacterias más anaerobicas, especialmente bacteroides, que niños de parto vaginal. El Clostridium perfringens es la bacteria anaerobica más frecuentemente aislada después de partos cesarianos. Cuando están colonizados, los niños de partos cesarianos abrigan con frecuencia Escherichia Coli, y más a menudo la Klebsiella y las enterobacterias.
Las bacterias de colonización iniciales varían con la fuente del alimento del niño. En niños criados al pecho, Bifidobacteria explica más del 90% de las bacterias intestinales totales. La concentración baja de proteína en la leche humana, la presencia de proteínas antiinfectantes específicas tales como immunoglobulin A, la lactoferrina, la lisozima, y los oligosacaridos (prebioticos), así como la producción de ácido láctico, causan un entorno ácido y son las razones principales de su caracteristica bifidogenica. En niños criados con biberón, la Bifidobacteria no es predominante. En su lugar las enterobacterias y los organismos gramo-negativos dominan debido a un entorno más alcalino y la ausencia de los factores moduladores prebioticos presentes en la leche materna.
El establecimiento de una ecología microbiana intestinal es muy variable al principio pero se convertirá en un sistema más estable similar a la microflora adulta para el final del período de amamantamiento.
Otros factores que afectan a la microflora intestinal del niño incluyen las diferencias geográficas (industrializadas contra países en vías de desarrollo) y la administración de antibióticos en cuidados intensivos neonatales.
Otro factor que afecta a la flora intestinal del recién nacido es el modo del parto. Un parto vaginal normal transfiere comúnmente las bacterias de la madre al niño. Durante partos cesarianos, esta transferencia es totalmente ausente. Estos niños adquieren y se colonizan comúnmente con la flora del ambiente del hospital y por lo tanto, su flora pueden diferenciarse de la flora maternal. Colonizan a los niños entregados por sección cesariana con bacterias más anaerobicas, especialmente bacteroides, que niños de parto vaginal. El Clostridium perfringens es la bacteria anaerobica más frecuentemente aislada después de partos cesarianos. Cuando están colonizados, los niños de partos cesarianos abrigan con frecuencia Escherichia Coli, y más a menudo la Klebsiella y las enterobacterias.
Las bacterias de colonización iniciales varían con la fuente del alimento del niño. En niños criados al pecho, Bifidobacteria explica más del 90% de las bacterias intestinales totales. La concentración baja de proteína en la leche humana, la presencia de proteínas antiinfectantes específicas tales como immunoglobulin A, la lactoferrina, la lisozima, y los oligosacaridos (prebioticos), así como la producción de ácido láctico, causan un entorno ácido y son las razones principales de su caracteristica bifidogenica. En niños criados con biberón, la Bifidobacteria no es predominante. En su lugar las enterobacterias y los organismos gramo-negativos dominan debido a un entorno más alcalino y la ausencia de los factores moduladores prebioticos presentes en la leche materna.
El establecimiento de una ecología microbiana intestinal es muy variable al principio pero se convertirá en un sistema más estable similar a la microflora adulta para el final del período de amamantamiento.
Otros factores que afectan a la microflora intestinal del niño incluyen las diferencias geográficas (industrializadas contra países en vías de desarrollo) y la administración de antibióticos en cuidados intensivos neonatales.
lunes, 3 de agosto de 2009
Relacionan la obesidad con el tipo de microflora intestinal
Según varios estudios, también la microflora contribuye al aporte de energía al organismo.
Un equipo liderado por investigadores españoles ha relacionado el peso corporal con un determinado tipo de microflora gastrointestinal, en un estudio cuyos resultados pueden ayudar a diseñar nuevas estrategias para combatir la obesidad.
El trabajo, publicado en la revista Obesity, sugiere que la microflora intestinal contribuye al aporte de energía del organismo y que su composición influye en la regulación del peso corporal.
Estas nuevas investigaciones sobre las relaciones entre componentes específicos de la microflora intestinal, el estilo de vida y la regulación del peso corporal pueden ser “claves” para avanzar el desarrollo de nuevas estrategias nutricionales que prevengan la obesidad. Los nuevos descubrimientos también pueden ser útiles para entender las enfermedades metabólicas asociadas a la composición de la flora intestinal.
En el estudio participaron 36 adolescentes con obesidad o sobrepeso que fueron sometidos a un tratamiento basado en la reducción de calorias y el aumento de la actividad física durante 10 semanas.
El estudio apunta a la existencia de diferencias en la respuesta de los adolescentes al tratamiento aplicado, pues la mayoría experimentó una pérdida de peso significativa tras el tratamiento, pero no fue así en un subgrupo de 13 adolescentes.
El estudio sugiere que estas diferencias de respuesta pueden ser debidas, en parte, a la composición específica de la microflora intestinal de los individuos. Así, el grupo que experimentó una pérdida significativa de peso presentó una mayor proporción de bacteroides y menor de clostridios (tipos de bacterias intestinales) que el grupo que no experimentó una reducción considerable de peso, antes y después de la intervención.
El análisis de la ingesta de energía y la composición de la dieta no reveló diferencias significativas entre ambos grupos; sin embargo, la energía total detectada en heces fue superior en los adolescentes que no experimentaron una reducción significativa de peso. Unos datos que sugieren que la microflora intestinal influye en el desarrollo de la obesidad y contribuye al aporte de energía al organismo.
Un equipo liderado por investigadores españoles ha relacionado el peso corporal con un determinado tipo de microflora gastrointestinal, en un estudio cuyos resultados pueden ayudar a diseñar nuevas estrategias para combatir la obesidad.
El trabajo, publicado en la revista Obesity, sugiere que la microflora intestinal contribuye al aporte de energía del organismo y que su composición influye en la regulación del peso corporal.
Estas nuevas investigaciones sobre las relaciones entre componentes específicos de la microflora intestinal, el estilo de vida y la regulación del peso corporal pueden ser “claves” para avanzar el desarrollo de nuevas estrategias nutricionales que prevengan la obesidad. Los nuevos descubrimientos también pueden ser útiles para entender las enfermedades metabólicas asociadas a la composición de la flora intestinal.
En el estudio participaron 36 adolescentes con obesidad o sobrepeso que fueron sometidos a un tratamiento basado en la reducción de calorias y el aumento de la actividad física durante 10 semanas.
El estudio apunta a la existencia de diferencias en la respuesta de los adolescentes al tratamiento aplicado, pues la mayoría experimentó una pérdida de peso significativa tras el tratamiento, pero no fue así en un subgrupo de 13 adolescentes.
El estudio sugiere que estas diferencias de respuesta pueden ser debidas, en parte, a la composición específica de la microflora intestinal de los individuos. Así, el grupo que experimentó una pérdida significativa de peso presentó una mayor proporción de bacteroides y menor de clostridios (tipos de bacterias intestinales) que el grupo que no experimentó una reducción considerable de peso, antes y después de la intervención.
El análisis de la ingesta de energía y la composición de la dieta no reveló diferencias significativas entre ambos grupos; sin embargo, la energía total detectada en heces fue superior en los adolescentes que no experimentaron una reducción significativa de peso. Unos datos que sugieren que la microflora intestinal influye en el desarrollo de la obesidad y contribuye al aporte de energía al organismo.
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