lunes, 29 de septiembre de 2008

Producción del té Oolong - parte 2


Para la producción del delicioso té Oolong se requiere una tradición consagrada y una artesanía excepcional.

Las hojas de té son recogidas por la mañana, de arboles como minimo de cinco años. Estas hojas son cuidadosamente escogidas y recolectadas por equipos de mujeres, por la mañana, en un día claro y soleado, recolectando únicamente las que constan en un brote y dos hojas, y expuestos continuamente al sol.

Una vez recogidas, las hojas pasan por un primer proceso de secado para extraer parte de su humedad original, mientras son agitadas con el fin de romper los bordes de estas y obtener una mayor superficie de contacto de la hoja con el oxigeno durante la fermentacion. Después son secadas en grandes salas interiores sometidas a una temperatura y húmedad constante controlada para promover la fermentación.

La parte crucial en la producción de té oolong es cuando detener la fermentación. Como el té Oolong es fermentado en cierta medida, es llamado té semifermentado. Requieren que la experiencia identifique el mejor momento de parar la fermentación, que es cuando las hojas son 30 % rojo y 70 % verdes.

Después de esto, son frotadas repetidamente para liberar la savía y los aceites esenciales que aún contienen las hojas y generan el sabor, el aroma, y la textura necesarias.

Una vez llegado a este momento crucial, las hojas son rápidamente llevadas a secar durante siete u ocho horas, incluso desde la noche hasta la mañana, para detener la fermentación. Se utiliza para ello carbón de leña que calientan grandes hornos donde es introducido el té. Cuando se alcanza la temperatura deseada, rápidamente es retirado del horno y dividido en paquetes de 10 kilogramos, envuelto en una doble capa de paño duradero y una vez se ha enfriado un poco, los trabajadores tuercen el té en una pelota sumamente apretada.

Esta pelota es presionada levemente en un movimiento circular, que crea el aspecto enrollado de las hojas de té. Este paso es repetido 6-8 veces antes de que las hojas adquieran ese aspecto de semipelota o enrrollado deseado.

En la etapa final, un maestro de té clasifica a mano la calidad del té obtenido según el sabor y las características de cada horneada, desechando inmediatamente cualquier semipelota u hoja rota o con imperfecciones. Terminado este control de calidad se procede a su envase.

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