martes, 12 de agosto de 2008

Costumbres del Té en Japon

Entre los japonéses hay un sinúmero de ceremonias del té, sociales, y literarios que reflejan su espiritu cortés y caballeroso, y guardan vivas las tradiciones de la gente más que quizás cualquier otra de sus funciones.

El más importantes de estas fiestas-del-té es exclusivamente para los caballeros, y sus formas y ceremonias alinean entre los usos refinados de la sociedad cortesana. Las costumbre de estas reuniones son tan características del japonés que pocos observadores extranjeros tienen una oportunidad de atenderlo. Éstos son las fiestas-del-té de un carácter semi-literario o estético, y los Châ ceremoniosos. En el primero prevalece el tono fácil e inafectado del caballero bien educado. En el otro se observan las reglas más terminantes de etiqueta en discurso y comportamiento. Pero la hospitalidad anterior es en gran medida la más interesante. El amor y el gusto japoneses para el paisaje fino se demuestra en los ajustes y los alrededores. A esta perspectiva pintoresca, los decretos de la poesía romántica e improvisada agregan encanto intelectual a la fiesta-del-té.

Para estas ocasiones el anfitrión selecciona un salón de té situado en una buena localizacion y el mando de un bonito paisaje. En esto él pone las esteras iguales al número de huéspedes. Resbalando la partición y quitando la pared delantera el lugar se transforma en un pasillo abierto que pasa por alto el paisaje. El cuarto se llena de flores bien escogidas, y de tesoros del arte del anfitrión, que en otras veces se almacenan lejos en la cámara acorazada incombustible de su residencia privada, contribuya la belleza artística y la decoración a la escena. Las pantallas plegables y los cuadros colgantes pintados por artistas celebrados, las laca-mercancías costosas, el bronce, porcelana, y otras herencias se distribuyen de buen gusto sobre el cuarto.

Las historias contadas en estas fiestas-del-té son llamadas por los nombres japoneses de Châ-banashi, significa té-historias, o de Hiti-Kuchá--" historias de una boca, " las narraciones breves dijeron a la una que se sentaba. Emplean ocasionalmente a narradores profesionales. De éstos hay dos clases: Narradores y " Narradores de la tradición de la encrucijada, " ambos puestos que los tiempos antiguos han sido los guardianes y los diseminadores fieles del folklore y de los cuentos nativos.

Dividen a estos profesionales en un número de clases, el ser más importante Hanashi-Ka, los miembros de una compañía celebrada debajo de un encargado bien conocido, que las une en las tropas nunca menos de cinco o más de siete en número. Alzando hacen publicidad tales compañías a menudo las semanas antes de su llegada en un lugar con banderas o flámulas con los nombres de los ejecutantes. Su programa consiste en historias de guerra, tradiciones, y decretos con el acompañamiento musical. Durante la interrupción, las hazañas del legerdemain o la lucha completa el tiempo y dan variedad a la hospitalidad.

Éstos son los ejecutantes profesionales principales. Las otras clases, mientras que no son sostenidas adentro como muy buen concepto por el selecto, sin embargo tienen un lugar definido en círculos japoneses de diversión. Uno de estos últimos es el Tsuji-kô-shâku-ji. Esta palabra no pertenece a ninguna compañía, sino es un actor libre.

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