Qué dice la ciencia sobre los probióticos

El entendimiento científico de los probióticos y su potencial para prevenir y tratar condiciones de salud está comenzando.

En noviembre de 2005, una conferencia coordinada por el Centro Nacional para la Medicina Complementaria y Alternativa (NCCAM) en Estados Unidos y convocada por la Sociedad Americana para la Microbiología, exploró este asunto. Según el informe de la conferencia, algunas aplicaciones de los probióticos para los cuales hay evidencia positiva que se debe seguir investigando el estudio de formulaciones probióticas específicas es para lo siguiente:

* Para tratar diarrea (ésta es el área más fuerte de evidencia, especialmente diarrea causada por rotavirus)

* Para prevenir y tratar infecciones de la zona urinaria o de la zona genital femenina

* Para tratar el síndrome de intestino irritable

* Para reducir la ocurrencia del cáncer de vejiga

* Para acortar el tiempo de tratamiento de una infección intestinal causada por una bacteria llamada Clostridium difficile

* Para prevenir y tratar pouchitis (una condición que puede surgir luego de cirugía para remover el colon)

* Para prevenir y manejar el dermatitis atópico (eczema) en niños

Algunos otros campos de interés para los investigadores en probióticos son:

* Qué está ocurriendo en el nivel molecular entre las bacterias y cómo ellos puede obrar recíprocamente con el cuerpo humano para prevenir y tratar enfermedades. Los avances en tecnología y medicina están permitiendo estudiar estas áreas mucho mejor que en el pasado.

* Aplicaciones sobre la calidad. ¿Por ejemplo, qué sucede cuando las bacterias probióticas se agregan a alimento - es su capacidad de sobrevivir, crecer, y su efecto terapéutico alterado?

* Las mejores maneras de administrar los probióticos para propósitos terapéuticos, así como las mejores dosis y horario.

* El potencial de probióticos para ayudar con el problema de bacterias resistentes a los antibióticos.

* Si los probióticos pueden evitar que las bacterias antipáticas penetren a través de la piel o de las membranas mucosas y viajen a través del cuerpo (e.g., en situaciones como quemaduras, heridas, trauma, o la inmunidad suprimida).