lunes, 19 de octubre de 2009

Digestibilidad de la lactosa y los probioticos

En general, el yogur y las leches fermentadas con probióticos son mejor toleradas que la leche por las personas intolerantes a la lactosa. Una buena parte de la población adulta presenta esta intolerancia a la lactosa, que se debe a una disminución de la actividad de la enzima lactasa en la mucosa intestinal. La lactosa no digerida produce un efecto osmótico y, al llegar al intestino grueso, es fermentada por la biota nativa, lo que da lugar a la síntesis de ácidos grasos de cadena corta (acetato, lactato, butirato) y gas (CO2, metano e hidrógeno).

Esta secuencia da lugar a los síntomas de la intolerancia: flatulencia, dolor abdominal y diarrea.

La mayoría de probióticos sintetizan beta-galactosidasa, que también puede hidrolizar a la lactosa, con lo que pueden ayudar a paliar estos síntomas.

No hay comentarios: